Hay verdades que duelen, porque la verdad duele. Todos dicen que quieren la verdad y sólo la verdad, que no les importa lo duro que sea, que sólo quieren la verdad. Lo único que hacen es engañarse a sí mismos, no quieren la verdad, quieren que la verdad no les duela, pero como eso casi nunca es posible, prefieren la mentira. Muchas veces mentimos para no hacer daño a alguien, creemos que ocultándoles algo o diciéndoles una mentira pequeña, les protegemos, pero la realidad es bien distinta, porque la verdad se acaba sabiendo, tarde o temprana sale a la luz, y siempre pasa que esa persona descubre la verdad por otra persona que no eres tú. Por eso, aunque cueste, aunque sea difícil, hay que decir la verdad, aunque duela, siempre es mejor una verdad que duela que una mentira que no lo haga, porque cuando la mentira sea descubierta, el dolor será mucho peor.
Yo siempre he dicho que una mentira piadosa no hace daño...pero de ahí a mentir porque sabes que decir la verdad dejará hecha polvo a la otra persona...
ResponderEliminarAsí que yo prefiero la verdad...aunque duela,y si me importa lo dura que sea verdad...pero para que alargar una mentira que al final,nos llevará al final...
Interesante post.
Tan cierto como que el la cocacola que estaba tomando se ha desbravado. Siempre nos quedará omitir la verdad, no es una mentira.
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