Mentir te hace infeliz

Todas las personas mienten, se mienten a sí mismos, mienten a sus amigos, los traicionan por eso se dice que los amigos se cuentan con la palma de la mano.
¿Cómo saber si son amigos verdaderos? Sencillamente no lo puedes saber, tienes que arriesgarte y conocer a las personas, arriesgarte a confiar en ellas y esperar que no te traicionen.
He aprendido que hay muy pocas personas en las que se puede confiar, por eso yo guardo mis secretos siempre porque y si se lo cuentas a alguien y os peleáis, luego esta persona puede contarle tu secreto a todo el mundo.
Se que hay gente de fiar, lo que pasa es que yo no he encontrado a nadie.
He observado que los que se hacen llamar amigos, se insultan a las espaldas. Esto lo hacen porque no tienen nada mejor que hacer. Te ponen una sonrisa y al segundo siguiente ya están hablando mal de ti. Me pregunto ¿por qué son tan hipócritas? Y la única respuesta que se me ocurre es que no se atreven a confiar en nadie por miedo a salir heridos y para evitarlo hieren ellos primero antes de ser heridos. Al final todos son infelices.

Alguien a quien amar

Hemos venido a esta vida
para encontrar alguien a quien amar
porque eso necesitamos para no estar vacíos
para llenar lo que nos falta.
Alguien que nos complemente
no alguien idéntico, sólo el indicado
el elegido, aquel que se cruza en tu camino
sin esperarlo, sin quererlo
sólo llega y conectáis
esa primera mirada
como si el mundo se parara
como si estuviérais solos en el planeta.
Lo sientes en tu interior
que es el indicado
que nadie podrá nunca romper lo formado.
Pero aunque eso sientas
lo ocultas todo el tiempo
no puedes entender
siquiera cómo ha pasado.
Así que le miras disimuladamente
finges hablarle sin interés
como si no te importara todo lo que dice
pero en realidad no puedes dejar de pensar en él
ocupa tu mente, no hay lugar en tus pensamientos
para nadie más.

Decepciones

Todos sufrimos decepciones en algún momento.
Quizá ya me cansé de que la gente me falle y por eso ahora sólo veo el lado malo de las cosas.
Sé que suena triste pero es como me siento. Siento que nadie me entiende.
Pienso que tal vez si me pongo en lo peor, la decepción será menor. Pero esto no ocurre, todos me decepcionan de una u otra manera. Es mejor no ilusionarse demasiado con algo para sufir menos. Ya sé que todos nos aferramos a alguien y es inevitable que en algún momento nos decepcione. Pero tal vez haya llegado el momento de no depender tanto de los demás, de ser un poco más independiente. Todos necesitamos a los demás pero habría que poner unos límites.

¿Cómo somos?

Somos egoístas
Somos impacientes
Somos eso y muchas cosas
De buenas y malas cosas estamos rodeados
Somos indecisos
No sabemos que queremos
No sabemos que camino seguiremos
No nos importa nadie salvo nosotros
o eso hacemos creer
Juzgamos a todos sin conocerlos
sin pensar en el daño que causaremos
Pero nadie busca en nuestro interior
nadie nos conoce realmente

Alguien que nos mire

Pedimos a gritos desesperadamente que alguien nos mire, que nos comprenda, que vean nuestro dolor, nuestra alegría...
Intentamos estar solos pero no podemos.
Intentamos con todas nuestras fuerzas no necesitar de una mirada para exitir.
Pero somos esclavos de esa mirada, la necesitamos.
Intentamos no pasar invisible a los ojos.
Necesitamos alguien que nos mire y nos conozca, que transpase nuestros muros, muros que ponemos para no sufrir.
Pero lo queramos o no todos somos luces apagadas que se encienden cuando alguien las mira.

El pasado

No entiendo por qué todos se empeñan en recordar el pasado, en mirar atrás. Yo creo que es mejor vivir el presente y mirar hacia el futuro. ¿De qué te sirve recordar algo que te hace daño?
Cuando recordamos el pasado es porque hay algo que queremos cambiar pero no se puede porque el tiempo pasado ya se fue y ya nunca volverá. Si hay algo que has hecho de lo que te arrepientas, no te molestes en pensar en ello porque lo hecho, hecho está.
Por eso ya me cansé de recordar el pasado, ya me cansé de tanto dolor. Ahora sólo espero que el tiempo que venga sea mejor.