
Pedimos a gritos desesperadamente que alguien nos mire, que nos comprenda, que vean nuestro dolor, nuestra alegría...
Intentamos estar solos pero no podemos.
Intentamos con todas nuestras fuerzas no necesitar de una mirada para exitir.
Pero somos esclavos de esa mirada, la necesitamos.
Intentamos no pasar invisible a los ojos.
Necesitamos alguien que nos mire y nos conozca, que transpase nuestros muros, muros que ponemos para no sufrir.
Pero lo queramos o no todos somos luces apagadas que se encienden cuando alguien las mira.
No hay comentarios:
Publicar un comentario